Las mariposas presentan una serie de cambios de aspecto a lo largo de su vida. Este fenómeno se llama metamorfosis y, en el caso de ellas, se da de manera completa. Estos cambios incluyen el cambio de alimentación de masticadores de hojas en etapa larval a chupadores de néctar de las flores cuando son adultos, de desplazamiento por medio de movimientos ambulatorios cortos de la oruga a un vuelo rápido y zigzagueante de la mariposa adulta.
Después de la fecundación, la hembra busca la planta específica que será el futuro alimento de sus pequeñas orugas, cada especie de mariposa deposita sus huevecillos solo en cierto tipo de especies de vegetales y lo hace sobre los brotes y flores tiernas. Los huevecillos pueden ser de diferentes formas y colores, los hay esféricos, cónicos, aplanados, ahusados reticulados, barril poligonal, lisos u ovales; miden de 2 a 7 milímetros. Pasado un tiempo nace la oruga, que apenas mide unos cuantos milímetros, busca refugio en los brotes nuevos de la planta y de inmediato empieza a alimentarse de la misma, en pocos días muda de piel y continua con un apetito voraz comiendo hojas frescas y así muda entre cinco y ocho veces en un lapso de aproximadamente un mes dependiendo de la especie, el crecimiento es tan acelerado que al final de la etapa larvaria ha aumentado más de 20 veces su tamaño. A estos cambios se les llama estadios larvarios.
Durante la etapa oruga o larva se alimenta ávidamente de hojas frescas y utiliza diversos mecanismos de defensa según la especie. Algunas larvas pasan desapercibidas en su entorno y prácticamente invisibles a sus depredadores, otras poseen espinas o pelos urticantes y otras mas poseen colores de advertencia o aposemáticos, esto es, colores muy llamativos que indican a otros animales que se trata de una larva venenosa no apetecible a sus depredadores. Con todo y estas adaptaciones para sobrevivir, muchas larvas mueren por diversas causas, la competencia por alimento, los cambios ambientales y la deforestación provocan que una de cada cien larvas alcance a formar una pupa. También poseen estrategias de vida para enfrentar los cambios ambientales, así algunas especies en época invernal reducen su periodo larvario, consecuentemente son individuos de talla pequeña, también presentan cambios en su coloración, así tenemos larvas aparentemente diferentes en color para conservar el calor o bien como camuflaje.
Una vez que la larva llega al quinto estadio busca un lugar adecuado que usara como refugio durante la etapa de capullo, su coloración brillante se torna mate, deja de comer y generalmente se aleja de la planta donde vivió y cada vez sus movimientos son más lentos, se inicia el proceso de pupar cuando secreta seda de las glándulas bucales y prepara el sitio donde permanecerá las próximas semanas hasta el momento de emerger la mariposa adulta. Se realiza la muda final y pende del último par de patas, una vez que ha logrado deshacerse de la piel todo su cuerpo empieza a secretar lo que será el capullo, esta secreción de origen proteolítico y quitinoso se endurece al contacto con el aire, después de un par de horas la pupa ha sido formada y tomará un color críptico. En este momento los cambios son radicales y vertiginosos en pocos días se forman las alas con bellos colores, el aparato bucal cambia de masticador a chupador con una larga espiritrompa (como un popote) para absorber el néctar de las flores, los ojos serán capaces de ver la luz ultravioleta de las flores y los individuos de su misma o diferente especie y finalmente ocurre la maduración sexual.
Esta transformación en realidad se inicia con bastante anterioridad, ya que los órganos del adulto se encuentran en forma embrionaria en la oruga, incluso el sexo se ha determinado durante la copulación por los cromosomas sexuales de tipo XX para los machos y el par cromosómico XY para las hembras. Algunas veces la división cromosómica falla y da lugar a los ejemplares ginandromorfos.
La crisálida o pupa está cubierta por una membrana gruesa de quitina para protegerla durante su periodo de latencia, que puede durar desde diez días hasta más de un año. Cuando todos los órganos han madurado y existen condiciones ambientales favorables, la mariposa secreta un fluido que suaviza la cubierta quitinosa y emerge con las alas húmedas, frágiles y retraídas. En los minutos posteriores otro fluido, llamado hemolinfa, infla las venas alares y éstas empiezan a desenvolverse definitivamente. Si un obstáculo impide el libre desenvolvimiento de las alas, éstas quedarán, mal formadas y según la gravedad del caso, el animal volará defectuosamente o se verá impedido de hacerlo.
El imago o adulto vive en promedio 30 días, aunque hay especies que pueden vivir hasta 9 meses, esto es una verdadera hazaña para cualquier insecto. En cuanto remonta el vuelo busca alimento de las flores y otras frutas en estado de fermentación y otras mas prefieren los riachuelos. El siguiente paso es aparearse que puede durar de una a tres horas dependiendo de las condiciones ambientales. Se inicia generalmente hacia el medio día cuando la hembra parada en arbustos abre y cierra las alas alternadamente con el macho, éste vuela alrededor de ella. Enseguida, el macho se coloca enfrente de la hembra y la estimula con la espiritrompa y el primer par de patas, tocándole la cabeza y antenas. Si la hembra lo acepta, mueve el abdomen hacia arriba y abajo e inmediatamente el macho se alinea con la hembra e inicia la cópula que puede durar entre 15 y 60 min. Las mariposas quedan unidas por el abdomen y a veces la hembra vuela llevando consigo al macho.
En varias ocasiones, el macho impide que se acerquen otros machos a la hembra. El comportamiento del macho en ciertas especies de mariposas (Heliconiinae) indica una fuerte tendencia territorialista de hasta 150 m2 aproximadamente, continuamente realiza patrullajes en un área aproximada de 300 m2 donde puede tolerar la presencia de otras hembras y ahuyenta a los machos que entran en su territorio y mariposas de otras especies. Su territorio lo establece en las proximidades de las plantas de alimentación de las larvas, suponiendo entonces que el recurso que defienden es la planta de alimentación de las larvas y el sitio de oviposición de las hembras.
Después de la fecundación, la hembra busca la planta específica que será el futuro alimento de sus pequeñas orugas, cada especie de mariposa deposita sus huevecillos solo en cierto tipo de especies de vegetales y lo hace sobre los brotes y flores tiernas. Los huevecillos pueden ser de diferentes formas y colores, los hay esféricos, cónicos, aplanados, ahusados reticulados, barril poligonal, lisos u ovales; miden de 2 a 7 milímetros. Pasado un tiempo nace la oruga, que apenas mide unos cuantos milímetros, busca refugio en los brotes nuevos de la planta y de inmediato empieza a alimentarse de la misma, en pocos días muda de piel y continua con un apetito voraz comiendo hojas frescas y así muda entre cinco y ocho veces en un lapso de aproximadamente un mes dependiendo de la especie, el crecimiento es tan acelerado que al final de la etapa larvaria ha aumentado más de 20 veces su tamaño. A estos cambios se les llama estadios larvarios.
Durante la etapa oruga o larva se alimenta ávidamente de hojas frescas y utiliza diversos mecanismos de defensa según la especie. Algunas larvas pasan desapercibidas en su entorno y prácticamente invisibles a sus depredadores, otras poseen espinas o pelos urticantes y otras mas poseen colores de advertencia o aposemáticos, esto es, colores muy llamativos que indican a otros animales que se trata de una larva venenosa no apetecible a sus depredadores. Con todo y estas adaptaciones para sobrevivir, muchas larvas mueren por diversas causas, la competencia por alimento, los cambios ambientales y la deforestación provocan que una de cada cien larvas alcance a formar una pupa. También poseen estrategias de vida para enfrentar los cambios ambientales, así algunas especies en época invernal reducen su periodo larvario, consecuentemente son individuos de talla pequeña, también presentan cambios en su coloración, así tenemos larvas aparentemente diferentes en color para conservar el calor o bien como camuflaje.
Una vez que la larva llega al quinto estadio busca un lugar adecuado que usara como refugio durante la etapa de capullo, su coloración brillante se torna mate, deja de comer y generalmente se aleja de la planta donde vivió y cada vez sus movimientos son más lentos, se inicia el proceso de pupar cuando secreta seda de las glándulas bucales y prepara el sitio donde permanecerá las próximas semanas hasta el momento de emerger la mariposa adulta. Se realiza la muda final y pende del último par de patas, una vez que ha logrado deshacerse de la piel todo su cuerpo empieza a secretar lo que será el capullo, esta secreción de origen proteolítico y quitinoso se endurece al contacto con el aire, después de un par de horas la pupa ha sido formada y tomará un color críptico. En este momento los cambios son radicales y vertiginosos en pocos días se forman las alas con bellos colores, el aparato bucal cambia de masticador a chupador con una larga espiritrompa (como un popote) para absorber el néctar de las flores, los ojos serán capaces de ver la luz ultravioleta de las flores y los individuos de su misma o diferente especie y finalmente ocurre la maduración sexual.
Esta transformación en realidad se inicia con bastante anterioridad, ya que los órganos del adulto se encuentran en forma embrionaria en la oruga, incluso el sexo se ha determinado durante la copulación por los cromosomas sexuales de tipo XX para los machos y el par cromosómico XY para las hembras. Algunas veces la división cromosómica falla y da lugar a los ejemplares ginandromorfos.
La crisálida o pupa está cubierta por una membrana gruesa de quitina para protegerla durante su periodo de latencia, que puede durar desde diez días hasta más de un año. Cuando todos los órganos han madurado y existen condiciones ambientales favorables, la mariposa secreta un fluido que suaviza la cubierta quitinosa y emerge con las alas húmedas, frágiles y retraídas. En los minutos posteriores otro fluido, llamado hemolinfa, infla las venas alares y éstas empiezan a desenvolverse definitivamente. Si un obstáculo impide el libre desenvolvimiento de las alas, éstas quedarán, mal formadas y según la gravedad del caso, el animal volará defectuosamente o se verá impedido de hacerlo.
El imago o adulto vive en promedio 30 días, aunque hay especies que pueden vivir hasta 9 meses, esto es una verdadera hazaña para cualquier insecto. En cuanto remonta el vuelo busca alimento de las flores y otras frutas en estado de fermentación y otras mas prefieren los riachuelos. El siguiente paso es aparearse que puede durar de una a tres horas dependiendo de las condiciones ambientales. Se inicia generalmente hacia el medio día cuando la hembra parada en arbustos abre y cierra las alas alternadamente con el macho, éste vuela alrededor de ella. Enseguida, el macho se coloca enfrente de la hembra y la estimula con la espiritrompa y el primer par de patas, tocándole la cabeza y antenas. Si la hembra lo acepta, mueve el abdomen hacia arriba y abajo e inmediatamente el macho se alinea con la hembra e inicia la cópula que puede durar entre 15 y 60 min. Las mariposas quedan unidas por el abdomen y a veces la hembra vuela llevando consigo al macho.
En varias ocasiones, el macho impide que se acerquen otros machos a la hembra. El comportamiento del macho en ciertas especies de mariposas (Heliconiinae) indica una fuerte tendencia territorialista de hasta 150 m2 aproximadamente, continuamente realiza patrullajes en un área aproximada de 300 m2 donde puede tolerar la presencia de otras hembras y ahuyenta a los machos que entran en su territorio y mariposas de otras especies. Su territorio lo establece en las proximidades de las plantas de alimentación de las larvas, suponiendo entonces que el recurso que defienden es la planta de alimentación de las larvas y el sitio de oviposición de las hembras.
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