Cria de mariposas

La crianza de mariposas es relativamente sencilla se deben tener conocimientos básicos sobre las diferentes especies locales o de aquellas que se pretenda criar, sobre sus plantas hospederas, o sea aquellas plantas donde las mariposas hembras depositan sus huevecillos, para luego propagarlas.


El huevecillo eclosiona en cinco u ocho días, la larva recién nacida mide apenas cinco milímetros de largo, dependiendo de la especie. Tiene un apetito voraz y crece rápidamente. La planta de alimentación la podemos tener en un envase de plástico o en una pecera de boca ancha y con una firme tapa cubierta con malla para permitir la aeración y el control de la humedad.

Para las larvas en el estadío pre-pupal, cuando las larvas terminen de comer andarán por todo el envase buscando un lugar para formar el capullo.

Las orugas de las mariposas y polillas comen plantas; las mariposas diurnas son muy particulares en cuanto a su comida, así que es hay que tomar en cuenta el tipo de planta en la cual se encuentran y siempre tener a mano esa planta. Las orugas comerán una o más hojas diariamente dependiendo de su tamaño. Para mantener frescas las ramas de la planta para alimentación, pon las plantas en macetas o bien las hojas en una bolsa de plástico bien cerrada y refrigerada. Cuando vayas a reemplazar la planta de alimentación, cuidadosamente quita los sobrantes de las hojas o aquellas que estén secas y reemplázalas con material fresco. Si las larvas no comen, tal vez haya escogido la planta incorrecta o esta demasiado seca y poco apetecible para la oruga. Pon una planta de alimentación fresca o una selección de plantas que se encuentren en los alrededores de donde se encontraron las orugas. Por lo general, los adultos toman néctar de las flores.



Las larvas no necesitan agua. Obtienen el agua que necesitan de las planta que se comen. Las pupas no comen ni beben líquidos y cada tercer día debes rociarlas con agua suavemente para mantener la humedad para prevenir la deshidratación. Cuando el adulto emerge es necesario tener el suficiente espacio para permitir que se expandan las alas normalmente.

Las larvas de las mariposas son máquinas de comer y por lo tanto también son máquinas que producen excrementos. Saca los excrementos diariamente para prevenir el crecimiento del moho y enfermedades provocadas por la falta de limpieza. Con cuidado saca y tira los excrementos. Cada vez que cambies la planta de alimentación, enjuaga y seca el envase.

Las orugas generalmente no hacen daño. Algunas larvas reaccionan alzando una punta de su cuerpo cuando las tocan, y algunas quizá expongan sus glándulas odoríferas, las cuales no les hacen daño a los humanos. Ambas acciones son para espantar a los depredadores. Las larvas recién salidas se pueden transferir usando un pincel fino. Otras orugas poseen pelos o espinas que son urticantes por lo que se debe tener cuidado al manejarlas.

En la mayoría de los casos, un criadero se inicia con huevos u orugas. En un recipiente pequeño y transparente deposita los huevecillos hasta que las larvas salgan y luego transfiérelas a otro envase más grande, manteniendo grupos de 10 a 15 orugas por cada envase.

Si las larvas se convierten en pupas durante el otoño, es muy probable que entren en un período de letargo (en el que duermen debido a condiciones adversas del ambiente) hasta la primavera, algunas especies tardan hasta siete meses en el estado de pupa. Recuerda que las pupas todavía están vivas. No permita que se sequen. Si están vivas, se moverán un poco. Las pupas muertas se secan, se ponen duras y obscuras. Algunos días antes de que emerja la mariposa adulta, se obscurecerá la pupa y es posible que los diseños de las alas se hagan visibles.



Selecciona un envase apropiado como casa para la oruga y que también que sea apropiado para la observar su desarrollo. Provee el suficiente espacio para que las orugas no estén muy amontonadas, y puedan andar y seguir con sus comportamientos naturales. Es mejor comenzar con pocas orugas. Procura que los envases estén limpios y sin comida vieja, material mohoso y materia fecal.

Provee la luz y el aire adecuado. Asegura que el envase de las larvas no reciban la luz directamente del sol. Provee la comida suficiente. Saca sobras de comida antes de que se pudran.

Las orugas son más fuertes de lo que parecen y se pueden mover o meter entre rajaduras del envase y tratar de encontrar a las larvas toma mucho tiempo. Es más fácil prevenir que se escapen que tratar de volver a encontrarlas. Untar vaselina en el borde de arriba del envase ayuda en prevenir que se escapen. Si la cepa entera se muere, entonces algo está mal. Limpia los envases completamente con agua caliente y desinféctalos con "cloro" o líquido de blanquear. No añadas larvas nuevas a una cepa que está en malas condiciones.

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